Me hago daño a mí misma, pero sé que también me hago feliz.
No puedo evitar ser como soy, reaccionar de la manera en la que lo hago; no puedo evitar decir lo que digo muchas veces, y tampoco puedo hacer nada por no sentir determinadas cosas en los momentos menos apropiados.
Pero al menos, parece que he entendido que así soy, y así es como me tengo que hacer ver; así es como me tengo que hacer querer.
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