De verdad que a veces me siento subnormal perdida. Pero una imbécil bien grande, enorme de hecho.
Siempre esperando, esperando, esperando, esperando a ver si algo cambia y por fin toca mi turno.
Es un poco cansado. Y me hace sentir inferior muchas veces. Demasiadas. ¿Entonces por qué no puedo parar? Esto es tristemente adictivo e irónicamente incontrolable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario